El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

viernes, 20 de noviembre de 2015

En esa zona más profunda y luminosa


En esa zona más profunda y luminosa………

Existe un plano del Ser en el cual se puede experimentar el estado de Conciencia de Unidad.
Esta es una verdad afirmada por todos aquellos que pudieron trascender los niveles ordinarios de la personalidad.
Cada vez nos acomodamos más a espacios reducidos de vida y nos limitamos a sobrevivir en rutinas cómodas que desvitalizan el impulso álmico al crecimiento y a la evolución.
En tiempos como los que corren el ego nos empuja muy fuerte a no dejarnos impulsar hacia zonas más profundas de existencia. Actúa como una fuerza opositora que busca resistir el inevitable despertar que pulsa hoy con tanta potencia.
El mundo en el cual el yo se mueve es el escenario donde actuamos nuestro guión de vida. La ilusión es creer que esa es la vedad de quienes somos.


La ilusión es identificarnos con ese personaje que asumimos y que tenemos que trascender e integrar a una identidad más completa de nosotros mismos.
Las fuerzas vitales se alojan en lo profundo.Es la energía del alma, el fuego del corazón, la luz de la Conciencia sin fronteras, la esencia pura del Ser que anhela un instante de reconocimiento para testimoniar el viaje de retorno a la Unidad.


Es el miedo el que facilita la represión en el hombre de las fuerzas naturales y por consiguiente la permanencia dentro de límites que necesariamente lo reaseguran confortablemente en una ilusión: distracción y desconexión son los altos precios pagados por el confort de una vida de aparente calma.Pero la vida anhelante del alma tarde o temprano pone a prueba a estas conciencias dormidas.


Seguir el camino espiritual es comprometernos en un proceso de Conciencia con nosotros mismos. Es decidir libremente y con total responsabilidad la vía del autoconocimiento con una mirada auto-compasiva y reflexiva con la finalidad de crecer y manifestar un potencial más amplio de humanidad.


Las conciencias más despiertas vivencian la vida desde la Celebración ya que poseen una mirada más clara sobre la naturaleza del Ser . Han rozado la verdad : “Somos Uno con Todo lo creado”.

Lic. Annamaria Saracco.

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