El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

sábado, 22 de octubre de 2016

Dance on the circle.



          La distancia del otro es la distancia de nosotros mismos

Una vez que hemos tocado algo de nuestra propia esencia y ahondado en nuestro sentido del ser, es menos probable que nos sintamos amenazados por otras personas, porque nuestro propio sentido de identidad yace en algo sustancial de nuestro interior. El desafío de encontrar un territorio común entre las personas no requiere que estemos siempre de acuerdo con las ideas del otro; más bien requiere una apreciación más profunda de nosotros mismos. Ser sabiamente humanos significa luchar para superar todas nuestras posiciones o puntos de vista, que son en verdad trances, cuando la identificación con ellos evita que seamos capaces de encontrarnos con el otro en la desnudez del presente.

Derivar nuestras identidades de algo que no sea nuestra esencia como seres conscientes lleva a la ilusión de la separación inmutable y crea la falta de confianza que se convierte en la base de la cultura de la competencia y la supervivencia. Sin embargo, si finalmente nos preguntamos por qué no podemos encontrar un territorio común con otra persona, veremos finalmente que la única distancia real entre la gente es la distancia a la que cada uno de nosotros se ubica respecto de su ser esencial.

Tú estás tan lejos de mí. y yo de ti, como lejos esté cada uno de su Yo-Soy.

Esta distancia autocreada y autoperpetuada no es causada por el otro, sino por el hecho de estar atrapados en nuestra propia identidad y exiliados de nuestro verdadero ser.

La única forma de remediar esta situación es regresar con nuestra atención al Ahora y ejercer el poder de la conciencia. En ese momento, tenemos la habilidad de dar un paso afuera de los viejos patrones y elegir actuar de una manera distinta, que renueve la posibilidad del respeto mutuo, la cooperación e incluso el amor que siempre está esperándonos.

Este amor, que es innato a quienes somos en nuestra Yo-Soy-dad. constituye el potencial más profundo que puede siempre unirnos, incluso cuando nuestras religiones, nacionalidades, razas o géneros parezcan dividirnos a perpetuidad.

Dr. Richard Moss. "El Mandala del Ser"

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