El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

miércoles, 15 de marzo de 2017

... me contaron


"Si pudieras entender que la magia femenina no es locura ni brujería. Que no somos locas sino cuatro mujeres compartiendo el mismo cuerpo. Sí, somos cuatro y somos una. Somos cíclicas y no lineales como los hombres. Si pudieran entender que como la luna y sus fases, nosotras también cambiamos cuatro veces durante el mes. Si pudieran entender ... todo sería más fácil". (Juliaro)

Me contaron que existen planetas donde sólo caben árboles, como los Baobabs. Pero lo que no me dijeron es que en cada árbol se escondía una mujer. Mujeres que ciclan con la luna, que danzan con la vida transmutando con las estaciones. Mujeres luminosas y decididas, que florecen con todos los colores, poblándose de mariposas y picaflores. Mujeres generosas con pechos llenos, que firmes en la tierra,
nutren con su leche a sus crías. Mujeres que generan vida, que dan frutos a través de su creatividad. Mujeres chamanas, que meditan uniendo el cielo y la tierra en su corazón. Mujeres otoñales que dejan ir lo que ya no les pertenece, cambiando, liberando, aceptando. Y hay mujeres sabias, a veces oscuras, que comprenden la negrura de la luna, que danzan con la muerte sabiendo que es parte de la vida. Y esto no me lo contaron pero en mi útero lo sé y es que los árboles y las mujeres poseen un gran secreto, ellos "Son su propia esencia" atravesando con entereza y desapego, los ciclos de muerte y resurrección.

 Texto de Juliaro (Julia Larotonda)

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