El eje del trabajo clínico es la comprensión del proceso evolutivo de la Conciencia.

El espíritu podrá volar hasta el cielo, pero el alma,

ella tiene que ir a sus profundidades, al fondo de sí misma.

Rhoda Lerman


Como abordaje holístico (integral) del Ser centra su tarea en el estudio, investigación y trabajo con la Conciencia en sus distintos niveles de manifestación.

Así entonces crea un contexto para favorecer el ingreso a estados no ordinarios de conciencia (aquellos diferentes del habitual).

El proceso de trabajo compromete todos los niveles de la persona: físico, emocional, mental y espiritual.

Aprender a moverse hacia nuevos territorios es acceder a una mayor comprensión sobre la verdadera naturaleza de quienes somos.

La activación del proceso de auto-conocimiento origina la condición necesaria para la exploración de las regiones interiores todavía inexploradas.

Estas zonas temidas desde el mismo desconocimiento son portadoras de una potente energía que espera con prontitud ser liberada a favor del crecimiento y la evolución.

jueves, 22 de noviembre de 2018

El loco

El loco inicia el camino de la Alquimia interior. Lo llaman "loco" los que no tienen el coraje de emprender, como él, la búsqueda alquímica del Conocimiento. Su medida del tiempo es la luna, y su paso se guía por la luz del sol. En una de sus  manos lleva una rosa blanca y, sobre el hombro, en la punta de una vara, su equipaje, leve como su andar.

La luna y el sol lo orientan. No necesita otros medios. Sobre sus hombros carga una vara de la que pende un pequeño saco. Qué lleva ahí? Sus experiencias? Su pasado que no lo aflige ni tensiona? Lleva claves que le permitirán desentrañar a cada paso los elementos con que tropieza? Porta acaso su inocencia, su capacidad de asombro, su pureza?  O quizás las siete máscaras de las que ya se despojó?.


Me preguntáis cómo me volví loco. Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran muchos dioses,
desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían
robado todas las máscaras, sí, las siete máscaras que yo
mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas
distintas; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:
Ladrones!, Ladrones! Malditos ladrones !
Hombres y mujeres se reían de mi, y al verme, varias
personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie
en la azotea de su casa, señalándome, gritó:
Miren! Es un loco!
Alcé la cabeza para ver quien gritaba, y por vez primera
el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de
amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si
fuera presa de un trance, grité:
Benditos! Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras !
Así fue como me convertí en un loco.
Y en mi locura he hallado la libertad y la seguridad;
la libertad de la soledad y la seguridad de no ser
comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan
una parte de nuestro ser. Pero no dejéis que me
enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el
ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

                                          Khalil Gibrán. El loco

Cuál es la barrera que separa la locura de la "normalidad"? Es lo "normal" estar envuelto en siete o  más máscaras que ocultan la verdadera naturaleza? Serán los locos una suerte de guías a los cuales, más que contener y refrenar necesitamos escuchar e interpretar?

Tarot Transpersonal.

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